Este fin de semana he visto a MH reír como hacía tiempo no lo hacía. Ya desde la otra vez que estuvimos aquí conoció a una niña, vecina de la misma plaza de apartamentos, es muy buena nena, y han echo muy buenas migas. Cuando pueden, quedan para jugar, bien en el jardín, bien en casa. Es una situación que a mí desde fuera se me antoja difícil, por el idioma, por las costumbres.... pero e ahí la magia de los niños, ¡se entienden perfectamente!. Como tantas otras veces nos fuimos a la piscina, nos acompañó también Gigi (la amiguita). Estaba yo leyendo en la tumbona y casi lloraba de felicidad al oírlas reír de aquella manera que solo los niños saben... Estaba ya anocheciendo y seguíamos en la piscina, no quería interrumpir el juego, cuando MH tiene la genial idea:
- ¿Puede Gigi quedarse a dormir en casa?.
-Pero si no tenemos camas de más ni siquiera ropa de cama....
-No pasa nada, dormiremos en el suelo
-Tampoco tengo ropa de cama.... Bueno, esta bien, pregúntale si tiene saco de dormir.
-Sí, y que no le importa dormir en el suelo. Nos vamos corriendo a preguntar a sus padres si la dejan.
Pues resulta que sí que la dejan. Le cuento a MM la idea de las niñas y para mí sorpresa, lo que me dice me deja KO.
-Llama a MA y pregúntale si podemos ir a buscar un colchón a su casa.
Pues ya nos veis a las nueve de la noche transportando un colchón por medio del jardín, el grupo de abuelitos que tomaban el fresco reían y comentaban: -¡¡Los españoles están locos!!!!
Cenaron pizza y fueron a dormir tarde, por la mañana desayunamos panqueques con sirope y jugaron un buen rato hasta que Gigi tubo que marcharse a visitar a sus abuelos y nosotros fuimos a dar una vuelta. Por la tarde disfrutamos de unas películas y comimos palomitas.
Un gran fin de semana, sin nada especial y por eso tan diferente.
Comentar que por la mañana nos despertaron desde España preocupados porque en California había habido un terremoto. Sin embargo aquí nosotros no notamos nada. ¡¡gracias por preocuparos!!
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